Se destrabó el paro de colectivos con una fuerte controversia

El paro de este jueves 7 en la Capital correntina llegó a su fin luego de un ultimátum que obligó a una de las prestatarias a retomar el servicio.

Fue a través de una intimación emitida por el Gobierno provincial, a través de la Secretaría de Trabajo, el Municipio advirtió que podría hacer uso de las facultades legales y dar de baja la concesión a Ersa por incumplimientos del pliego, en el cual se exige asegurar el servicio de transporte urbano de pasajeros.

Es que se trató de la enésima vez en la que un desfase administrativo derivó en una retención de servicios. En varias oportunidades fueron los subsidios de Nación no otorgados en tiempo y forma; en otras, los fondos de Provincia y también de la Municipalidad.

Sin embargo, lo que se tradujo en el paro de ayer fue la falta de cumplimiento del acuerdo firmado entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros, mediante el cual se previó una nueva mejora de los sueldos que hasta el momento no se plasmó, tal lo especificado por el titular correntino del sindicato, José Luis Sabao.

Por todo esto, fue que se bajó línea y definió la acción administrativa que dejó a Ersa en una encerrona. Pero la respuesta no se hizo esperar y la empresa anunció (¿o amenazó?) que se irá de Corrientes después de 60 años.