Rumbo a la Supercopa: Boca y River solo se parecen en dos triunfos agónicos

Guillermo Barros Schelotto festejó anoche el gol, cuando quedaban 45 segundos para que se cumplieran los cinco de descuento, como lo haría el miércoles en la superfinal contra River . El grito le salió desde el alma, se abrazó y colgó del resto del cuerpo técnico. Era algo más que una alegría, lo embargaba el éxtasis, lo desbordaba la euforia, no le cabía en el cuerpo. Apenas terminado el partido, todavía bajo la emoción, en una práctica que no es habitual en el Mellizo, reunió a los jugadores en el centro del campo y les dio una arenga que le salió de las vísceras, mientras la Bombonera bramaba.

Semejante estado de excitación no era solo porque el agónico 2-1 sobre Tigre lo mantiene en línea recta a la conquista de la Superliga, sino porque ese cierre era la mejor manera de empezar a enfrentar a River en Mendoza. Una puesta a punto cargada de energía positiva.

A medida que se acerca el día, esa Supercopa de escasa tradición y entidad se transforma en algo omnipresente para los dos clubes. Todo lo previo se calcula y analiza en función de esa definición que cruza el camino de los campeones vigentes del torneo de primera y de la Copa Argentina. Y una vez que el partido sea pasado habrá que empezar a medir las consecuencias e influencia en el futuro inmediato de cada uno.

Fuente: La Nación

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