Genuinas sonrisas en rostros de pueblos históricamente olvidados se vieron ayer en el acto de entrega de reconocimiento a los primeros indígenas en graduarse en la Universidad Nacional del Nordeste. La UNNE reconoció a jóvenes de los pueblos Wichí, Qom y Moqoit que en éstos dos últimos años cumplieron el sueño de alcanzar un título universitario y lo hicieron en el marco Programa Pueblos Indígenas (PPI) de la universidad.
El acto se realizó en la noche de este lunes 25 de septiembre, en el Centro Cultural Universitario (CCN), Resistencia, y estuvo encabezado por la rectora, Delfina Veiravé; el decano de la Facultad de Humanidades, Aldo Lineras; la Coordinadora del PPI, Laura Rosso; el referente del pueblo qom y miembro de la Comisión Asesora del programa, David García y los egresados Shailili Zamora Aray y Daniel Escalante.
“Me llegaron a preguntar ¿todavía existen? Todavía respiro, le respondí”, contó Shailili una anécdota que grafica una realidad que siguen viviendo cientos de personas pertenecientes a las comunidades indígenas del país.
Así abrió el espacio de discursos ésta joven de 28 años perteneciente al pueblo Wichí que terminó el año pasado la carrera de Bibliotecaria en la Facultad de Humanidades de la UNNE, y se convirtió así en la primera egresada del Programa Pueblos Indígenas.
Con una firmeza que su voz transmitía la bibliotecóloga repasó su experiencia en la universidad y agradeció la oportunidad; mencionó también los obstáculos que todavía deben pasar en la sociedad, pero alentó a sus hermanos a continuar estudiando y también alcanzar un título universitario. Un cerrado aplauso recibió Shailili y agradeció con su característica sonrisa ante un colmado salón.
“¿Porque a un chico indígena se le ocurre estudiar Derecho?”, lanzó la pregunta Daniel Escalante, el tercer egresado que ayer también contó su experiencia. “Siempre vi cómo se vulneraban nuestros derechos y entonces quise poder ayudar a mis hermanos”, respondió visiblemente emocionado.
Daniel es nacido en el seno de la familia Notagay, muy reconocida dentro de la comunidad Qom, que este año se recibió de Abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas de la UNNE. «Me emociona estar aquí sentado hoy y haber terminado la carrera», agregó y agradeció a la UNNE y al PPI.
“La Unne se está ocupando de que existan más profesionales en nuestras comunidades. Y estoy muy agradecido por la posibilidad y el acompañamiento a través del Programa”, concluyó.
La segunda egresada del Programa es Vanina Robles, del pueblo Moqoit. El año pasado se recibió de Licenciada en Enfermería, tiene 36 años y es madre de una adolescente de 18 años y de un niño de dos. Anoche, por razones personales, no pudo ser parte del acto de entre de reconocimiento.
“Antes éramos objeto de estudio, ahora estudiamos nosotros”
A su turno, David García puso en palabras el sentir de muchos hermanos de las etnías indígenas. “Siempre nos han tenido como objeto de estudio. Y eso era el reconocimiento. Hoy nuestros hermanos estudian y se reciben en la Universidad y ésta los reconoce. Eso antes era imposible”, dijo en castellano, no sin antes dirigirse a los presentes, muchos de ellos de las distintas comunidades indígenas de la zona, en su lengua Qom.
“Es un orgullo poder ser parte de esto que es un reconocimiento a nuestros pueblos”, agregó y manifestó su agradecimiento a la Universidad, a la rectora, las autoridades de la UNNE y del Programa Pueblos Indígenas.
Luego, el decano de Humanidades, Aldo Lineras recordó que el Programa Pueblos Indígenas fue una iniciativa de dicha Unidad Académica. “Eso es un orgullo para la Facultad”, dijo y renovó el compromiso de seguir trabajando en ese sentido.
“El programa tiene el objetivo de desaparecer”, sentenció después y captó la atención de los presentes. “Porque su sola existencia quiere decir que todavía hay exclusión. La utopía es que no sea necesaria su existencia”, explicó luego. “Pero hoy la herramienta de este programa es esencial para poder dar este paso”, aclaró.
La rectora Delfina Veiravé cerró el panel de oradores con un balance del Programa que comenzó a funcionar en 2011. En ese marco, destacó que además de los tres primeros egresados, hay actualmente unos 50 miembros de pueblos originarios que estudian en la UNNE acompañados por 13 tutores.
Agradeció entonces a los miembros de la Comisión Asesora del Programa que son “puentes interculturales”. “A Laura (Rosso) y Adriana (Luján) que sostienen día a día el programa, y a Teresa Artieda que trabaja ad honorem”, agregó. Reconoció también el acompañamiento de las facultades y Extensiones Áulicas, y de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU). Y reconoció el “esfuerzo de los estudiantes”.
“El programa tiene el propósito de avanzar en la interculturalidad de la Universidad. Un proyecto educativo donde los saberes de los pueblos indígenas entren en el diálogo”, aseveró la rectora. “Con una concepción de que la educación es un derecho universal podemos lograrlo. Nuestros egresados son el mejor ejemplo de ello”, concluyó.
Reflexión, canto y bailes nativos
Tras los discursos, se hicieron entrega de las placas de reconocimiento. Shailili recibió su distinción de mano de la rectora de la UNNE y el decano de la Facultad de Humanidades. A Daniel Escalante también entregó la rectora acompañada de la tutora del joven abogado, dra. Mariana Ávila Luego, Lecko Zamora, referente wichi, leyó una reflexión sobre el fuego como símbolo del conocimiento.
El acto terminó a pura emoción. El Coro Chelaalapí interpretó tres canciones con sus bailes típicos. Con voces potentes como su identidad y con sus vestimentas tradicionales, hombres y mujeres tocaron sus instrumentos y danzaron con alegría. Hermanos de sus comunidades, algunos con sus hijos, se levantaron de sus asientos para sumarse a esa ceremonia tan propia.
El público atento, escuchó, respetó y valoró ese momento que muchos también quisieron captar con sus cámaras. Sonrisas y lágrimas se mezclaron, antes del caluroso aplauso que coronó la entrega de reconocimientos.
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