El Ballet Folklórico Nacional formará parte de la 28ª Fiesta Nacional del Chamamé y 14ª Fiesta del Chamamé del MERCOSUR, con presentaciones los días 19, 20 y 21 de enero. Sobre el escenario Osvaldo Sosa Cordero del Anfiteatro estrenará la obra “El Patio” de Gabriela Ávalos y presentará una obra clásica en homenaje por los 100 años del natalicio de Santiago Ayala, “El Chucaro”, uno de los maestros fundadores del Ballet.
El viernes 19 de enero presentará “Juegos Pampeanos y Malambo”, con música de Oscar Cardozo Ocampo, coreografía de Norma Viola y Santiago Ayala, y diseño de luces de Gustavo Trinidad. Allá por el año 1870 los paisanos se reunían en las llamadas “pulperías”, estos eran locales solitarios que se encontraban en la inmensidad de la pampa y a gran distancia unos de otros.
Allí reinaba la alegría del encuentro y practicaban sus entrenamientos favoritos: juego de pato, carrera de cuadreras, juego de taba, riña de gallos, visteada (práctica del manejo del cuchillo y la rapidez de la vista para la pelea). Y en los atardeceres nunca faltaba un romance entre el gaucho y una moza que se declaraban su amor por medio de un “escondido”, danza de la época.
Luego venía el desafío entre unos y otros de la danza más viril, cuyo zapateo remeda el galope del caballo, El Malambo.
El sábado 20 el Ballet Nacional volverá a subir al escenario para presentar el estreno de “El patio” con coreografía de Gabriela Ávalos. Reminiscencia y sugestión de los patios que aroman con azahares a las antiguas casonas de los pueblos del interior.
Basada en textos poéticos de Franklin Ruveda y Cacho Gonzalez Vedoya, con música de grandes referentes de la música del Litoral, como Mateo Villalba, Emeterio Fernández, Isaco Abitbol, Mario del Tránsito Cocomarola, Luis Rodríguez Armesto, Héctor Chávez y Pascacio “Paquito Ubeda”.
La última presentación será el domingo 21 con la nueva versión de “El grito de la tierra”, con coreografía de Luis Marinoni y reposición coreográfica de Constanza Torrez y Rodrigo Colomba. Tendrá 2 cuadros: uno será “La Gran Nación” y el segundo “Tríptico Guaraní”.
El universo de la Nación Guaraní comprendida en los actuales territorios de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia está situado en un paisaje de humedades selváticas propias de la región, en donde el circuito solar despierta ciclos que responden a la mística transmitida de boca en boca entre los nativos Mbya. El origen se inicia con la niebla sagrada Yacaira y las nuevas aves del paraíso recuperadas en belleza por Ñamandú (dios mayor), el tangara enuncia un canto sagrado que llama a las especies del monte, los animales y el mismo hombre que es palabra en un mismo entorno.
La tierra sin mal emerge guerrera en lucha de yagueretés que sellan a fuego Tataendy, el concepto fundamental de la raíz. Y es allí que nace un nuevo hombre producto del tiempo que se emociona con la música y se refleja en su paisaje, guerrero y trascendental… de corte romántico y arabesco como la misma mixtura que lo conforma.
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