Primero la información llegó vía Whatsapp y luego se transformó en una noticia de comentario obligado en este Foro de Líderes Empresariales que abrió la agenda de trabajo hacia la Cumbre del G20 que se hará en Buenos Aires hacia fines del 2018. «La CGT rechazó la reforma laboral», se leía en los celulares de los principales participantes de este cónclave que reunió en la Bolsa de Comercio de Rosario al gobernador Miguel Lifschitz, al ministro Francisco Cabrera y a los empresarios Miguel Acevedo, Daniel Funes de Rioja, Eduardo Elsztain, Guillermo Dietrich, Daniel Pelegrina y Sergio Kaufman, entre otros poderosos invitados especiales.
La CGT tenía prevista una reunión hoy con el ministro Trabajo, Jorge Triaca, para analizar la reforma laboral que anunció Mauricio Macri durante su discurso en el CCK. Pero la central obrera canceló su encuentro al concluir que la reforma propuesta no coincidía con la agenda que ya había negociado con Triaca y otros miembros del gabinete.
Esta decisión política alertó a los empresarios y banqueros reunidos en este Foro (en la jerga del G20, se lo llama Business 20), pero en definitiva no los sorprendió. Aquí coincidieron en afirmar que las iniciativas oficiales –laboral e impositivas– traen propuestas que no fueron comentadas en las reuniones, o faltan medidas que pensaban que serían anunciadas por Macri en el viejo edificio del Correo. «Después vamos a hablar, cuando se vaya el ministro (Cabrera), sobre las cosas que no están», adelantó Acevedo. Sonó como una ironía, pero se entendió hacia dónde iba el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Para los asistentes a esta cumbre de empresarios del G20, la reforma laboral tiene tres problemas básicos. Su redacción es muy endeble, hay propuestas de normas que jamás serían aceptadas en el Congreso y aparecen disposiciones que no fueron consensuadas en las reuniones mantenidas por los ministros del Gabinete, los jefes de la CGT y los representantes de la UIA.
Aún no se sabe cuándo Triaca logrará sentarse de nuevo con la CGT. Y cómo impactará esa decisión política en la hoja de ruta prevista por Macri para lograr la aprobación de las reformas vinculadas al trabajo y a los impuestos. Un conocido empresario, que tiene fotos con todos los presidentes desde Carlos Menem, aportó un dato clave: «Ya empezó la negociación sobre dos proyectos que marcaran a la Argentina en los próximos veinte años. Por eso nada será fácil, y menos todavía convencer a los sindicalistas. Habrá que ajustarse los cinturones», dijo, aportando sus años de experiencia.
Fuente: Infobae.com
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