Entre el empuje de los hinchas, las aceleradas de Pavón y el instinto goleador de «Wanchope» Ábila, Boca se puso a un punto de ser campeón. No le sobra mucho al puntero, pero ahí está su gente para sacudirlo cuando hace falta y también el extremo cordobés para completar otro partido que lo convierte en la pieza más importante en el último tramo del campeonato. Y muy probablemente en la figura de la campaña, ahora que las contribuciones de Benedetto y Gago quedaron tan lejos.
Le alcanzará un punto el miércoles en La Plata ante Gimnasia para ser bicampeón. Boca va camino a la gloria como quien se saca un peso de encima. Con más sentido de la responsabilidad y del deber que disfrute. Porque no le falta voluntad para luchar contra sus propias carencias. Los dos goles de Ábila fueron en el cuarto de hora final, para reforzar la estadística que lo muestra como el equipo con más tantos (14) en esos quince minutos finales. Es el cuarto de hora de Boca
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